jueves, 25 de enero de 2018

Las rabietas de los dos años

Todos conocemos la famosa expresión de los "terribles dos años", momento en el que nuestros pequeños angelitos deciden convertirse de repente en mini monstruos que nos la montan muchas ocasiones sin previo aviso y por lo que nosotros creemos son tonterias y reacciones exageradas pero...¿qué esta pasando realmente? ¿podemos solucionarlo? ¿mi hijo se va a convertir en el próximo episodio de hermano mayor?

Primero de todo, a las mamas que me lean... tranquilas, es un periodo que puede durar entre los 2 a los 4 años y que es verdad que hace que tengamos más canas de los nervios que nos genera pero es necesaria y fundamental. En primer lugar, gracias a esta etapa comienzan a formar su personalidad e identidad, por algo se denomina primera adolescencia, pero además, comienzan a descubrir las emociones más complejas y tienen que aprender a lidiar con ellas pues son demasiado intensas, tanto las buenas como las malas.
Ante este periodo de la vida de vuestros hij@s tenéis que haceros a la idea que vosotros sois los adultos, eso ¿qué significa?¿qué podemos mandar y regañar todo lo que queramos? para nada, todo lo contrario, tenemos que tener en cuenta que nosotros no podemos dejarnos llevar por las emociones, ni por la ira (regañando y gritando a nuestro hijo en exceso) ni por la tristeza (pensando que tienen algo personal contra nosotros, porque no es así) ni por el rencor (esperando a perdonar a nuestro hijo a que él o ella nos pida perdón). Tenemos que intentar hablarle de una forma dulce y tranquila, intentando mirarle a los ojos y transmitirle que cuando se calme un poco podremos hablar con él o ella nuevamente; incluso puede ser beneficioso dejarles un rato solos, ignorando esa conducta desagradable (un minuto por cada año que tenga) de esta forma le ayudamos a que se desahogue tranquilamente y evitamos razonar con ellos cuando están en esa rabieta (pensemos en lo que nosotros queremos cuando estamos realmente enfadados, normalmente no somos capaces de razonar porque nuestras emociones han tomado el control de nuestras acciones, e incluso a veces nos apetece que nos dejen un rato solos para relajarnos). Además, podemos cambiarle de entorno un rato para que se distraiga brevemente y la intensidad de la rabieta, de la emoción disminuya y nos permita entablar una conversación con él o con ella para reconducir la situación. Y por supuesto, buscar siempre que no pueda hacer daño con objetos que tenga alrededor o con la conducta que esté teniendo en ese momento.

Algunas consideraciones importantes... 

  • Cuando al niño se le ha pasado la rabieta, nosotros debemos dejarlo, no continuemos con frases como "¿ves? así estás mejor no como antes que te pones como loco". Zanjamos el tema y reforzamos lo tranquilo que está: "que bien se está cuando uno está relajado o feliz"
  • Evitemos gritos y frases que impliquen chantaje emocional como por ejemplo "si te portas así de mal mamá no te va a querer"
  • Reforcemos en el día a día las conductas positivas, no demos por hecho que tienen que hacerlas, porque a todos cuando hacemos las cosas bien nos gusta que nos lo reconozcan.
  • Es mucha la energía que utilizan los niños en estas rabietas por lo que no suele durar más de 30 minutos, debemos tener un poco de paciencia. Si somos consistentes en nuestras acciones pueden durar únicamente 5-10 minutos.
  • Si normalmente no lo hemos hecho y empezamos a ignorar las conductas desagradables (recordamos que es poco tiempo y que el niño no tiene que sentirse abandonado con esa acción) puede haber un incremento de las mismas hasta que empiece a disminuir.
  • Debemos ser consistentes y pacientes, no puedo aplicar todo a la vez ni una sola vez, hay que darle tiempo al tiempo, pensad en vosotros cuando queréis comenzar una nueva rutina, por ejemplo, hacer ejercicio, a todo el mundo le cuesta y necesita su tiempo de adaptación.
  • Parece ser que los niños y los bebés que son más llorones y difíciles de calmar tienden a tener más rabietas en esta etapa.
  • El niño está empezando a aprender cómo frustrarse, no os preocupéis que no le quedará trauma, sin embargo, si cedemos a todo lo que quiera para evitar conflictos, sí crearemos un problema porque tendremos un adolescente y un adulto con baja tolerancia a la frustración que le generará muchos problemas sociales en el futuro no muy lejano.

Estos son algunas acciones que se pueden llevar a cabo para las rabietas, todas dirigidas a disminuirlas no eliminarlas, porque eso no es beneficioso para el niño, las eliminará poco a poco según aprenda a hacer la gestión de sus propias emociones. Por supuesto hay más "truquitos" que iré subiendo en próximos post, pero os animo a que me contéis que trucos os han sido de utilidad y por supuesto os animo a que me escribáis con cualquier consulta o duda, bien sea a través de los comentarios o por privado.

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