lunes, 11 de diciembre de 2017

Mi pequeño ángel

La muerte perinatal engloba todos aquellos fallecimientos que suceden después de la semana 28 de gestación hasta los siete primeros días de vida del bebe y actualmente en España se estima que se da en 4 de cada 1000 nacimientos, eso sí, cuando te ocurre los números no te importan. Cuando te ocurre, a pesar de que tienes que pasar el duelo exactamente igual que con el fallecimiento de otra persona querida, a menudo éste no es reconocido, lo que llaman "duelos desautorizados", es una realidad silenciosa para los padres o familiares más allegados porque la mayoría de la gente no lo comprende, piensan que cómo no se le ha conocido (en el caso de muerte intrauterina) o se le ha conocido poco (muerte tras el nacimiento) no duele o es algo más pasajero. Durante todo mi proceso de duelo, en el que continúo actualmente, había dos frases que me dolían mucho: eres joven, tendrás más hijos o todo ocurre por un motivo, mejor ahora que más adelante. A todos los que me leéis, os ruego que si os encontráis con alguien cercano que sufra una muerte perinatal, no le digáis este tipo de frases. Es verdad que soy joven y puedo tener más hijos, pero si en un futuro me decido a aumentar la familia, los hijos que vengan se añadirán a mi núcleo familiar, no sustituirán a mi pequeño David y por supuesto, no hay nada positivo en la pérdida de un hijo así que, cuando aconsejáis "buscar el lado bueno", creedme, los padres no lo vemos ni en ese momento ni en ningún otro. Hace poco he leído que ante la muerte de un hijo no nos "recuperamos" sino que nos "restituimos" y creo que esta palabra define mejor las emociones vividas. Nunca vamos a olvidar a ese hijo pérdido, da igual como se produzca la pérdida, pero aprendemos a vivir con ella y a incorporarla en nuestra vida diaria sin una gran pena.

Uno de los principales problemas que existen actualmente con el duelo perinatal es la desinformación y el desconocimiento de los profesionales de la salud sobre como lidiar con estas situaciones; es cierto que cada vez se va avanzando más, pero aún se bloquean muchos sanitarios o son bruscos a la hora de dar las noticias. ¿Sabiais que hasta hace poco no se permitía a la madre ver al bebe y si dejaban que lo viera el padre? Consideraban que así el proceso de duelo se realizaba mejor. Actualmente se está luchando para que los profesionales sanitarios no sólo pregunten a los padres lo que quieren hacer sino también que les aconsejen y orienten pues esto es fundamental, además de permitirles tener un espacio de tranquilidad para despedirse de su hijo y tener todo el tiempo que necesiten. Nosotros en ese sentido fuimos muy afortunados pues nos ayudaron y orientaron muy bien. El momento en el que me comunicaron lo de David, lo asumí, recuerdo a mi madre preguntando si se podía hacer algo más por él y fui yo la que le dije que no, que se había ido, pero después de eso no sentí absolutamente nada, un gran vacío en mi interior que no sé ni como definir y me preguntaron si quería cogerle. No sabía que hacer y me aconsejaron que lo sostuviera en brazos, que me despidiera de él y que le ayudase a partir en paz y así lo hice. Es duro recordarlo, pero gracias a eso sé que pude despedirme de mi hijo de la mejor forma posible y que a lo mejor sin ese consejo no lo hubiera hecho y la despedida habría sido más dura. Nos habilitaron una sala, y nos dejaron todo el tiempo que necesitásemos, sin prisas de ningún tipo y dejamos marchar a David cuando nosotros estuvimos preparados.

Soy consciente que yo no he tenido un duelo al uso, pues mi pena es algo menor porque tengo que seguir luchando día a día por mi hija, pero las emociones han estado en todo momento, entre ellas, las más habituales la culpa y la ansiedad; me agobiaba mucho no saber exactamente lo que le había pasado y no quería preguntar, sin embargo, al alta de Daniella, me dieron el informe de David y aunque en un principio no quería abrirlo me alivió mucho saber qué era exactamente lo que había pasado pues siempre estaba con la duda de si podrían haber hecho más.
En general, hay seis pautas que aparentemente son comunes en los padres que sufren una situación de muerte perinatal (y os aseguro que yo sí he pasado por las seis), información que se ha obtenido gracias a la investigación que hace UMAMANITA sobre estas muertes:

  1. La promesa de no olvidar nunca al hijo/a
  2. El deseo de morir
  3. Una revitalización de las creencias religiosas
  4. Un cambio de valores
  5. Una mayor tolerancia
  6. Sombra de dolor
Por eso quiero decirte, si estas pasando por estas conductas o tienes sentimientos muy negativos, es normal es todo muy reciente; valora si deseas recibir algún fármaco para la ansiedad o para la pena, a mi personalmente no me gustan pues creo que bloquea el proceso de duelo, pero es una opción muy personal; ahora bien, si pasados 6 meses tu pena sigue siendo igual de intensa, por favor, acude a un profesional que pueda ayudarte en este proceso. aún así te dejo algunas pautas como madre que ha sufrido una pérdida y como profesional del campo para que pueda ayudarte si por desgracia te ha tocado vivir esta terrible situación:
  • Llora o no llores: haz lo que te apetezca, y no te cortes por otras personas (esto va para ti también papá, no tienes que ser el fuerte, tú también has perdido un hijo/a). Lo normal es que se llore pero hay muchas personas que no puede, no les sale, no pasa nada, no te sientas culpable, cada uno mostramos nuestra propia pena de la forma que más nos ayuda.
  • Pon nombre a tu bebé: oír hablar de un feto en esas situaciones es muy duro, ponle nombre, es tu hijo/a y te ayudará a recordarlo mejor y a humanizar la experiencia.
  • Intenta tener un recuerdo de él o ella: actualmente se está permitiendo hacer las huellas de los bebes que nacen y no viven para que los padres puedan tener un recuerdo; en los casos que no es posible utilizan una pulsera identificativa, un mechón de pelo...en mi caso tenemos su pulsera y su cordón umbilical (es curioso porque el de Daniella no lo tenemos ya que con las prisas lo tiraron)
  • Despídete como más te apetezca: haz una misa con toda la familia, un funeral, un velatorio, una comida o llora en tu cuarto unos días lo que tu pareja y tu queráis y necesitéis.
  • Habla de él/ella: a lo mejor al principio te resulta complicado, pero cuando te veas capaz habla de tu hijo o hija, pues ha existido y es alguien real para ti y tu entorno.
  • Habla con las personas de confianza que tengas cerca:no tienes que ser fuerte, puedes sentirte mal, no lo ocultes y cuéntales que te ocurre. Déjate ayudar.
  • Haz una carta de despedida: te ayudará a "despedirte" de tu hijo/a darle forma a esa pena y convertirlo en otro sentimiento más llevadero.

Como este blog lo escribo para ayudar e informar a otras mamas que se encuentren en mi misma situación, y también como una vía de desahogo personal, me he animado a escribir la carta de despedida a mi pequeño ángel; he llorado mucho escribiéndola,  pero realmente lo necesitaba y me ha ayudado a liberar cierto peso que tenía en mi pecho.




"Mi pequeño ángel, han pasado casi 7 meses desde que te fuiste y para tu padre y para mí aún se hacen muy duros los días trece de cada mes, aún siento temor a las dos y media de la mañana y sinceramente, aún siento rabia porque no habías hecho ningún mal en este mundo como para tener que dejarlo tan pronto. Sé que eres una luz que nos guía a toda la familia, en especial a tu hermana, que siempre tendrá un ángel cuidando de ella. Aún me duele mirar tu foto pero me siento afortunada por tenerla, por poder tener un recuerdo tuyo, aunque sea lleno de cables y tubos. Aún me duele el corazón al pensar en ti, y tengo sentimientos encontrados con el último momento que pasamos juntos, la primera y única vez que pudiste cogerme de la mano y jugar con ella. Aún recuerdo tu cara el día que nos dejaste, y el llanto de todas las personas que te querían aún sin conocerte. Sé que estas bien cuidado, tus cenizas están muy cerca de mí pero sin ser yo consciente, perdóname por no haber decidido aún qué hacer con ellas, pero ninguna opción me parece adecuada ni buena, quizás la que más paz me transmite es la actual. Perdóname por no haberte llorado lo suficiente o por no hablar tanto de ti como me gustaría, perdóname por .no haberme dado cuenta de lo que pasaba, perdóname porque cuando lo hagas entonces podré hacerlo yo. Sé que en esta carta debería despedirme de ti, esa es su finalidad, pero no puedo, porque siento que me acompañas siempre porque te quedaste a vivir en mi corazón. Te quiero, no me olvides, porque yo nunca podré olvidarme de ti"

Puedes seguir nuestra historia en instagram (@mi_arcoiris_guerrero) y si tienes algo interesante que contar sobre prematuros, tu historia, información útil... puedes escribirme a miarcoirisguerrero@gmail.com

3 comentarios: